El estado de la microbiota y la salud hormonal

May 24, 2023

Esta condición llamada SIBO por sus siglas en inglés (sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado en español), consiste, como bien lo dice su nombre, en un exceso de crecimiento de bacterias en el intestino delgado, lo que puede llevar a una mala absorción de los nutrientes. Como consecuencia de está condición, es posible que aparezcan signos o síntomas gastrointestinales, el principal, inflamación. 

Para entender mejor, daremos un poco de contexto: el intestino delgado es una región del organismo que se considera esteril, es decir, no hay presencia de bacterias. En donde sí deben existir es en el intestino grueso- en donde está nuestra microbiota que, como bien sabemos, es fundamental para los procesos digestivos. Por ende, si hay bacterias en ambos, competirán por la absorción de las mismas, y de allí surge el “desorden”, la malabsorción y la exposición a enfermedades.

Te podrás estar preguntando ahora, ¿qué podría causar SIBO? pues todo aquello que pueda generar un desbalance en la producción del ácido gástrico ya que se pueden derribar los mecanismos defensivos y barreras naturales del sistema digestivo. Como por ejemplo: una mala nutrición, intervenciones digestivas, diabetes, intoxicación, medicamentos inhibidores de protones, entre otros.  

No te alarmes, hay muchos otros factores que intervienen para que en tu organismo pueda presentarse esta patología, como en todo lo que tiene que ver con nuestra salud, balance y bienestar, con buenos hábitos alimenticios basados en: 

  • Ingesta de probióticos: en cápsulas, kéfir, kombucha, encurtidos. 
  • Reducir el consumo de azúcar y edulcorantes. 
  • Comer más simple y natural, reduciendo el consumo de alimentos procesados. 
  • Reducir el consumo de fibra. 
  • Reducir el consumo de lácteos de vacuno. 
  • Reducir el consumo de bebidas alcohólicas. 

 

La consulta y seguimiento de un profesional es lo correcto, no porque se presente algún síntoma digestivo automáticamente padecemos de algo. Con un estilo de vida saludable y más natural, conciencia interior y reducción del cortisol (estrés) el riesgo a padecer una enfermedad se reduce.