Grasas ¿Si o no?

Oct 04, 2023

En los últimos tiempos, la grasa ha sido víctima de una mala reputación en el mundo de la alimentación. Con la creciente popularidad de alimentos bajos en grasas y opciones "magras", es fácil caer en la creencia de que todas las grasas son dañinas para nuestra salud. Sin embargo, es fundamental entender que nuestro cuerpo necesita grasa para funcionar correctamente y mantener un óptimo bienestar.

Las grasas, al igual que las proteínas, son una fuente vital de energía para nuestro organismo. Ellas nos proporcionan calorías necesarias para mantenernos activos y realizar nuestras actividades diarias. Además, la grasa cumple otras funciones esenciales, como el almacenamiento de calorías adicionales para utilizarlas en momentos de necesidad, mantener la piel y el cabello en buen estado, y ofrecer un efecto aislante que protege nuestros órganos internos.

Aunque la grasa es necesaria, el consumo excesivo de grasas no saludables puede llevar a problemas de salud, como la obesidad y el sobrepeso. Además, un alto consumo de grasas saturadas y grasas trans se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes y ciertos tipos de cáncer. 

Entonces, es importante entender que no todas las grasas son iguales, y la clave está en consumirlas con moderación y hacer elecciones inteligentes en nuestra dieta. ¿Cuáles son las grasas “buenas” y las grasas “malas”? Te lo comentamos a continuación. 

🟢 Grasas buenas: Las grasas no saturadas son consideradas "buenas" para nuestra salud. Se encuentran en alimentos como verduras, frutos secos, semillas y pescado. A temperatura ambiente, estas grasas se presentan en estado líquido. Dentro de esta categoría, podemos distinguir dos tipos principales: grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. 

Estas grasas beneficiosas se encuentran en la mayoría de los frutos secos, aceite de oliva, aguacates, atún blanco y salmón. Las grasas animales pueden proporcionar nutrientes esenciales como ácidos grasos omega-3, vitamina A, vitamina D y vitamina K2, que son importantes para la salud cardiovascular, la función cerebral y otros procesos metabólicos. 

Además, pueden hacer que las comidas sean más satisfactorias y retrasar la sensación de hambre, lo que podría ayudar a controlar la ingesta calórica y el apetito.

🟠 Grasas malas: Las grasas trans son las más perjudiciales para nuestra salud. Aunque se encuentran de forma natural en pequeñas cantidades en algunos productos de origen animal, la mayoría de las grasas trans que se consumen son de origen sintético. Se encuentran en alimentos procesados como margarina, ciertos bocadillos, productos de panadería y frituras. 

Es fundamental leer las etiquetas y evitar aquellos alimentos que contengan aceites "hidrogenados" o "parcialmente hidrogenados", ya que estos son indicativos de grasas trans.

La grasa es un componente esencial en nuestra alimentación, pero debemos aprender a distinguir entre las grasas "buenas" y las "malas" para tomar decisiones informadas y mantener una dieta equilibrada y saludable. La clave está en optar por fuentes saludables de grasa, lo que nos permitirá disfrutar de una vida más activa y llena de vitalidad.